Dolor cervical, sus causas y tratamiento

A lo largo de nuestra vida, es muy probable que antes o después y durante nuestra vida adulta, acabemos sufriendo alguna clase de dolor de cabeza, dolor de cuello o dolor de nuca directamente relacionado o derivado de posibles problemas de cervicales. En realidad el dolor cervical no solo se localiza en los lugares antes mencionados, si no que también incluye otros dolores en zonas próximas, como los hombros, mandíbula, parte superior de los brazos, etc.

Quien sufra de dolor cervical, sabe  que puede resultar una dolencia particularmente molesta e incómoda que puede llegar a condicionar seriamente nuestra vida diaria, especialmente cuando los dolores y molestias son crónicos.

Entre los síntomas habituales de dolor cervical podemos citar no solo los dolores, si no también la sensación de hormigueo, mareos, vértigos, etc.

Las vértebras que denominamos cervicales son un total de siete y son sumamente importantes ya que su función principal es mantener la cabeza erguida, así que es muy fácil que en ellas y los músculos de la zona se acumule excesiva tensión que luego provoca los problemas de los que hemos hablado.

CAUSAS DE DOLOR CERVICAL

El dolor crevical puede tener muy diversas causas, pero por lo general es muy corriente que nosotros mismos tengamos buena parte de culpa en dichos dolores, pues en muchas ocasiones el origen de los mismos es postural. Las actividades físicas que realizamos a diario, pueden incrementar la tensión en la zona del cuello y las cervicales, especialmente si mantenemos durante un tiempo prolongado determinadas posturas. Por ejemplo, cuando pasamos muchas horas sentados delante de un ordenador, o viendo la televisión, si no tomamos las debidas precauciones antes o después le pasará factura a nuestras cervicales.

El estrés y la ansiedad también afectan a nuestro cuerpo de muchas maneras y una de ellas es precisamente esta. Las personas sometidas a situaciones de estrés continuado y que sufren de ansiedad son muy propensas a sufrir contracturas musculares en la zona del cuello, que desembocan en dolores y molestias. Tener bajo control nuestros niveles de estrés y ansiedad es muy importante para acabar con esos dolores cervicales. También ayudan los analgésicos, los ejercicios específicos para la zona, los masajes y la aplicación de frio local.

Pero son muchas las posibles causas y por eso debería ser un médico quien revisara cada caso particular de cara a seguir el mejor tratamiento. A veces el dolor de cervicales responde a problemas musculo esqueléticos propios del envejecimiento de nuestro organismo, como la artrosis, la artritis (espondilosis cervical), problemas de osteoporosis, o bien lesiones y traumatismos provocadas en accidentes, como la hernia discal o fracturas de vértebras. Es muy habitual por ejemplo lo que se conoce como latigazo cervical, provocado por la violenta sacudida a que se ve sometida la cabeza en los accidentes de tráfico. Cuando las vertebras cervicales han perdido su curvatura natural por el motivo que sea, se habla de rectificación cervical, problema que requiere tratamiento.

Algunas enfermedades como la fibromialgia también pueden provocar dolor cervical.

Tratamiento para el dolor  cervical

El tratamiento a seguir en casos de dolor  cervical y molestias  depende en gran medida de cuales sean las causas que lo provocan y el estado en que se encuentra nuestra musculatura y huesos, por eso es necesario un diagnóstico médico adecuado. Especialmente si los dolores aparecen tras un traumatismo o golpe deberías ir de urgencia al médico. En muchas ocasiones si el problema es debidamente tratado, el pronóstico es favorable y los dolores acaban remitiendo.

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¿Que podemos hacer nosotros mismos  para aliviar el problema?

Lo mejor es prevenir siempre este tipo de problemas, corrigiendo nuestros hábitos posturales, ejercitando la zona, utilizando una almohada adecuada para dormir, sentándonos correctamente, siguiendo técnicas de relajación, etc. esto aliviara de forma sustancial el dolor cervical

Si los dolores ya han aparecido, es conveniente aplacarlos con analgésicos naturales, para tratar la molestia como TENDIPLUS de Mundo Natural  es un complemento que ayuda a la relajación neuromuscular en casos de contracturas, dolor articular y dolor cervical por estrés muscular.

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También podemos acudir a un masajista o realizarnos nosotros mismos un automasaje en la zona, ya que por su posición es muy accesible a nuestras propias manos.

Esperamos que estos consejos e información sobre el dolor cervical sirvan para ayudar con esta  dolencia y llevar una vida mejor.

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Tendinitis de muñeca (síndrome de las pantallas)

La causa más común de la tendinitis de muñeca es la sobrecarga muscular debido a una acción repetitiva que requiere de gran esfuerzo en la articulación de la muñeca.
¿Qué son los tendones?

Los tendones son tejidos fibrosos que actúan como prolongación de los músculos. Permiten que el músculo se integre en el hueso posibilitando el movimiento.Un ejemplo de la labor de los tendones es la posibilidad de unir el dedo meñique y el pulgar en forma de pinza, un movimiento característico y exclusivo del ser humano que se realiza gracias a los tendones de la mano.

¿Qué es la tendinitis de mano y muñeca?

La tendinitis de mano y muñeca es la inflamación de los tendones que se produce generalmente por un sobreesfuerzo de la articulación o por una torcedura. Los tendones pueden inflamarse debido a la realización repetida de una misma acción que produzca algún tipo de sobreesfuerzo o fricción en la zona.
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Hace algunos años se asociaba la tendinitis a las costureras/os y mecanógrafos/as, hoy en día se ha extendido a todas aquellas profesiones que requieren de un movimiento continuado de la articulación, afectando a todas aquellas labores que precisan de largas horas delante de un ordenador, de ahí que se conozca esta lesión como el “síndrome de las pantallas”.

¿Cuáles son las causas de la tendinitis de mano y muñeca?
La causa más común de la tendinitis de mano y muñeca es la sobrecarga muscular debido a una acción repetitiva que requiere de gran esfuerzo en la mano y más concretamente en la articulación de la muñeca. Es común en oficios que requieran de movimientos continuados con la muñeca.
tendiplus3La lesión la pueden desarrollar tanto hombres como mujeres de todas las edades. Es posible que se reproduzca la lesión debido a causa de un traumatismo anterior o por una infección o acción adversa a algún medicamento, aunque sigue siendo la causa menos frecuente.

Otra causa que dan lugar a la tendinopatía de muñeca es el proceso degenerativo tendinoso, ocasionada por el debilitamiento del tendón. Cualquier movimiento aunque sea moderado provoca la inflamación del tendón.

¿Cuáles son los síntomas de la tendinitis de mano o muñeca?

El síntoma más evidente de la tendinitis de mano es el dolor en la articulación de la muñeca que se puede reflejar en los dedos y zona palmar. Además podemos apreciar inflamación y calor en la zona.
Otros síntomas son:- Hipersensibilidad e hinchazón.
– Entumecimiento u hormigueo.
– Perdida de movilidad en la articulación.

¿Cuál es el tratamiento de la tendinitis de mano o muñeca?

El tratamiento de tendinitis de muñeca tiene como objetivo reducir el dolor y la inflamación, por eso se suele inmovilizar con férulas o yeso la articulación afectada y también se administran antiinflamatorios no esteroideos como la aspirina o el ibuprofeno o se inyectan esteroides. También es recomendable la aplicación de frío y calor en la zona para reducir la inflamación. Estas indicaciones suelen coincidir con la primera fase del tratamiento.En una segunda fase, tras el período de reposo, se deben realizar masajes con hielo y acudir a sesiones de fisioterapia. Por último, la vuelta a la actividad deportiva se realiza de manera progresiva con el fin de no sobrecargar la zona lesionada.

Resulta útil la realización de ejercicios de muñeca para evitar la tendinitis. Indicaciones para la realización de ejercicios de muñeca:
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1. Relaje las manos de modo que las muñecas queden sueltas. Agite, suavemente, sus manos de un lado a otro. Repita de 10 a 20 veces.
2. Con los brazos extendidos hacia el frente y los dedos apuntando al cielo, mueva sólo las manos hacia arriba y abajo, unas 10 a 20 veces.
3. Manteniendo los brazos estirados, empuñe las manos relajadamente y rote las muñecas en forma semicircular hacia afuera., unas 5 a 10 veces. Repita este movimiento hacia adentro.
4. Junte las palmas y peguelas al pecho, con los dedos apuntando hacia arriba, y ejerza una leve presión hacia abajo sin provocar dolor. Repita el movimiento de 5 a 10 veces.
5. Luego, gire las palmas hacia abajo y haga una leve presión hacia arriba. Realice el ejercicio igual cantidad de veces.

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